La protección anticorrosiva se lleva a cabo siguiendo un conjunto de procesos y procedimientos, los cuales están regulados por una norma internacional conocida en el sector. La nueva AMPP, estandariza estos procesos y define qué es lo que se debe llevar a cabo.
El primer paso para generar la protección anticorrosiva en un sustrato es la planificación. Planificar y estimar nos permite conocer el ambiente al cual se someterá dicho sustrato, en base a esta información se puede recomendar un sistema de protección a la medida.
Luego de definido el plan de trabajo se procede con la preparación de superficie del sustrato, entre los cuales encontramos el granallado en sus diferentes tipos de clasificación según el grado de limpieza. "Una correcta preparación de superficie asegura todos los beneficios del recubrimiento a aplicar". La adherencia del recubrimiento es el fin último buscado en este proceso, el cual se verifica a través del perfil de rugosidad generado en el sustrato.
Nuestro equipo de control de calidad verifica que el sustrato se encuentre en las condiciones requeridas para la aplicación del recubrimiento.
El recubrimiento que podemos aplicar va desde los 40% de sólidos en volumen hasta un 100% inclusive, ya que tenemos los equipos para realizarlo. También aplicamos tipos de pinturas como zinc, epoóxicos, esmaltes, poliuretanos, fenólicos, pintura en polvo o electroestática,etc.
Los años de experencia y conocimientos generados, nos brinda un knowhow incomparable.